La gallina en pepitoria es un plato típicamente espa?ol. Cualquier otra forma de guisarla es muy
semejante a la de otras culturas gastronómicas.
Es una receta que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Aunque de origen no muy claro,
parece muy probable sus raíces árabes, tanto por el método de cocinado como por parte de sus
ingredientes (azafrán y frutos secos). Ya en el s. XIII aparecen en recetarios hispanoárabes
fórmulas que podrían ser el antecedente de la pepitoria. En el s. XVI aparece en recetarios como
el de
Granados y la nombran
Cervantes, Góngora y Quevedo, entre otros, en alguna de sus obras.
Más tarde aparece en tratados de cocina como en el
Nuevo Arte de Cocina de Juan Altamiras (a?o 1758)
y en
el Arte de Cocina, Pasteleria, Vizcocheria y Conserveria de Martinez Monti?o (a?o 1763) y en posteriores.
La pepitoria no es una fórmula exclusiva para guisar la gallina, aunque sea esta la más utilizada,
se conocen pepitorias de cordero, cabrito y otras. La pepitoria habitualmente se realizaba con
los despojos del ave o del animal con que se hiciera; por lo era un plato que solía comerse los
sábados, ya que según costumbre de la época en ese día no podían comerse animales de tierra sino
sólo sus despojos. Es un plato que alcanzó su máxima popularidad ?según nos cuenta
Néstor Luján-
a mediados de 1800, durante el reinado de
Isabel II y que era uno de los platos preferidos de la reina.
Tan popular se hizo el plato que el refranero se hizo eco con refranes como:
?Con gallina en pepitoria
bien se puede ganar la gloria? o
?Los torreznos en sartén, la gallina en pepitoria?.
A pesar de ser el guiso más tradicional de la gallina en Espa?a e íntegramente espa?ol llama la
atención que la etimología de la palabra sea de origen francés. La palabra pepitoria está
recogida en el
Diccionario de la Real Academia Espa?ola de la Lengua el cual nos da las
siguientes acepciones:
- Guisado que se hace con todas las partes comestibles del ave, o solo con los despojos, y cuya salsa tiene yema de huevo.
- Conjunto de cosas diversas y sin orden.
A su vez nos informa que proviene de la voz antigua petitoria y esta del francés antiguo petite-oie
que significa guiso de menudillos de ganso, plato medieval que se realizaba con las partes peque?as
de la oca (menudillos y despojos) y que se llamaba hochepot au petite oie.
También nos da una segunda entrada con el mismo nombre y que se refiere a la calabaza y a algún tipo
de dulce hecho con pepitas de calabaza en algunos países hispanoamericanos.
Los elementos característicos de la pepitoria son: el uso de azafrán como condimento; la incorporación de
frutos secos, fundamentalmente almendras, avellanas y pi?ones; y, el uso de yema de huevo cocida como
elemento de ligazón. Se observa que es un plato que se mantiene fiel a sus principios, ya que no
incorpora ninguno de los ingredientes procedentes de América, todos ellos se podían encontrar en
la península antes del descubrimiento.
Como muestra incluyo la receta de la pepitoria que nos da
Martinez Monti?o en el libro citado anteriormente:
Pepitoria
?Pelarás las aves, y le cortarás los alones, y los pescuezos; estos alones, y pescuezos pelalos en agua,
porque salgan blancos; y cortarás las puntas ? los alones, y ? los pescuezos les quitarás los picos y
los gaznates, y les darás dos golpecitos sin acabarlos de cortar: el uno en medio del pescuezo, u el
otro en la cabeza; porque cuando se coman, puedan comer los sesos de la gallina, y los pies se pelen
en la misma agua caliente. Todo esto se echará ? cocer con agua, y sal, y un pedacito de tocino gordo,
y unas cebollas enteras; y en estando cocido el tocino, y las cebollas, sacalo al tablero, y picalo
con mucha verdura asi caliente: y después que este muy bien picado, vuelvelo ? echar en la olla, y
sazona con pimienta, jengibre, y nuez, y cueza. Luego toma un poco de buena manteca de puerco en
una sarten, ? cacito, y ponla ? calentar; y cuando esté bien caliente, echale un poco de harina
floreada, y sea tan poca la harina, que no se haga masa en la sarten, sino que haga unas ampollitas
blancas, y que se quede muy blanca, y echala así con la sarten dentro en la olla de la pepitoria,
y echale un poco de vinagre, y un poco de azafrán. A estas pepitorias no se han de echar huevos
batidos, sino cocerlos, y asentar las yemas doradas encima del plato. Y advierte, que los
higadillos no se han de cocer, sino asarlos, ó freirlos, y asentarlos por encima de los
platos, y las madrecillas de las gallinas las podrás rellenar, y adornar los platos con
ellas y con los higadillos. Este plato ha de estár un poco subido de sal, especias, y vinagre,
porque de otra manera esta la carne dulce. Advierte, que todas las veces que digo que sazones con
todas especias, se entiende pimienta, clavos, nuez, jengibre y azafrán; porque la canela no ha de
entrar en cosa que no lleve dulce, y en todos, ó en los mas dulces ha de entrar canela; porque está
puesto al revés en otro libro?.
Curiosamente observo que en las dos recetas de pepitoria que nos da el maestro
Altamiras en su
libro no incluye u omite el azafrán.
Por su brevedad me permito incluir otra receta que nos narra
A. Muro en su libro
?El practicon?, publicado
por vez primera en el a?o 1893:
Pepitoria de gallina a estilo de taberna
?Córtense en pedazos dos gallinas gordas, ?, escáldense tres minutos en agua hirviendo, escúrranse y
póngase una cacerola con manteca, perejil en rama, azafrán, cebollas peque?as y setas; rehóguese
el todo; a?ádase una cucharada de harina y mójese con caldo; se sazona con sal y pimienta; hágase cocer, y
después retírense los cuartos de gallina, redúzcase la salsa, cuélese, deslíanse en ella yemas de huevo
sin que cuezan, y échense sobre los trozos de gallina con zumo de limón?.
Un saludo a todos, y en especial a
Dela, que al publicar su receta me la trajo a la memoria.