Harinas pasteleras
Para elegir la harina ideal para pastelería hay que distinguir
entre los tipos de pasteles ya que en la pastelería existen una
gran variedad de artículos, de tal manera que para elaborar en
condiciones óptimas cada uno de estos productos, es preciso disponer
de harinas de las características requeridas en cada caso.
Pastas secas y mantecados Para la fabricación de dulces compactos
y pastas secas en las que se emplea alto contenido en grasa y azúcares,
la harina ha de ser bastante floja, puesto que en el caso de que se empleen
harinas más fuertes las piezas serían demasiado tenaces y no desarrollarían bien en el horno.
Bizcochos
En algunos bizcochos es necesario que resista un cierto grado de fractura y
dejarse aplanar en capas o enrrollar sin que llegue a quebrar. Las harinas
típicas de bizcochos son aquellas que poseen entre 7,5 y 8,5% de proteínas,
de gluten extensible y poco tenaz, por lo tanto una harina galletera o micronizada sería lo ideal.
Hojaldres
Las masas hojaldradas se caracterizan por contener una elevada cantidad de
grasa, y por la facilidad de laminarse. Por tanto la ideal es una harina de
media fuerza o fuerza y bastante extensible. Hay veces que es necesario usar
para determinados productos una harina especial de gran fuerza dentro de las masas
muy elásticas y extensibles.
Harinas micronizadas para magdalenas y masas batidas
Una harina micronizada es aquella que se ha triturado nuevamente reduciéndole el
tama?o de la partícula. Una harina panificable, normal tiene entre 110 y 180 micras
de granulometría, las harinas micronizadas son las que tienen una granulometría entre 40 y 80 micras.
Este tipo de harina, al tener reducido el tama?o de la partícula, el gránulo queda mucho
más hidratado, durante el batido de la masa, y por tanto el desarrollo y la
esponjosidad de la magdalena y de todas aquellas masas batidas es mayor en
comparación con los productos elaborados con harina normal. Otra gran ventaja es
que aumenta el rendimiento, puesto que en el proceso de micronización pierde humedad
siendo más seca. Al mismo tiempo la absorción es de 1,5% mayor que la harina normal.
Harina candeal para panes de masa dura
El pan candeal, pan sobado, pan de miga dura, pan de máquina o pan refinado, es
el nombre que recibe en distintas regiones aquel pan elaborado a partir de una masa dura.
Los ingredientes y sus dosificaciones son las siguientes: harina 100 kg, agua 45 litros,
sal 2 kg, masa madre 20 kg, mejorante (según producto) y levadura 2 kg.
Su elaboración comprende las siguientes fases:
- amasado lento
- refinado
- división
- formado
- fermentación
- cocción
El amasado, aún siendo lento, no es muy prolongado, es durante el refinado o sobado de
la masa cuando adquiere sus características plásticas. El tiempo de este trabajo mecánico
oscila entre 3 y 5 minutos dependiendo de la fuerza y tenacidad de harina; a mayor fuerza
y tenacidad más tiempo habrá que refinar la masa (el refinado produce un aumento de la
extensibilidad a medida que la masa va adquiriendo un color blanco).
Rápidamente, después del refinado se dividen las piezas a mano o en la divisora de cuchillas,
no siendo posible dividirla en la pesadora divisora ya que es una masa demasiado dura
para ser dividida en dicha máquina, a no ser que la masa sea más blanda, por lo que
perdería dicha cualidad. El reposo de la masa debe ser mínimo, es decir, la pieza debe
formarse lo más rápido posible para evitar que la masa gasifique, pues si esto ocurriera
durante el formado se rompería o se picaría toda la masa. Por eso, es aconsejable dejar la
masa fría entre 22 y 23? C. También haciendo masas más peque?as que se puedan elaborar antes
de que se produzca dicha gasificación. Se recomienda no a?adir mucha levadura prensada para
evitar las gasificaciones prematuras, o hacer masas peque?as que se formen rápidamente.
El volumen de fermentación no debe ser excesivo para no perder la cualidad principal que
caracteriza el pan candeal "miga con alveolado fino". Es muy importante que la temperatura
donde se desarrolle la fermentación no sea inferior a 25? C ni superior a 30? C para
evitar desprendimientos de la corteza del pan una vez cocido, también la humedad no
ha de pasar del 65% para evitar la formación de ampollas en la corteza. De la misma
forma si se emplea humedad en la cámara de fermentación, ésta no deberá ser superior a
65%, para evitar que la corteza se cuartee o aparezcan ampollas.