Uno de los mayores problemas que se nos pueden presentar enn la elaboración de unas peras al vino es que estas floten en la superficie del vino y no se coloreen como es debido.
Para evitar este problema existe una solución bien sencilla, que nos facilitará el trabajo y además nos hará ahorrar grandes cantidades de vino.
Cubriremos la totalidad de la superficie de la marmita donde estemos cociendo las peras con trapos de rejilla transpirables, a poder ser de color blanco.
Estos trapos se empaparán de vino, por lo que las peras aunque salgan a la superfície siempre estarán 100 % en contacto con el vino.